�Puf!

Blaine observ� sorprendido c�mo el delgado cuerpo de Kurt Hummel ca�a estruendosamente al suelo, emitiendo un sonido sordo bastante perturbador para �l, y para el resto de alumnos que se encontraban en la sala de ensayo de la academia Dalton. No pasaron ni 3 segundos cuando ya el chico de cabellos negros se encontraba al lado de Kurt, exclamando su nombre, terriblemente asustado.

La semana pasada hab�a sido exhaustiva para el joven. Tuvo 3 parciales, los 3, finales en las materias. Matem�tica, historia y castellano. Aparte, se encontraban a menos de un mes de las regionales y los ensayos de los Warblers tend�an a extenderse por algunas horas m�s. No pod�a creer lo que estaba ocurriendo, pues Wes y David no lo dejaban entrar a la enfermer�a por miedo a que se comiera a la enfermera, quien hac�a lo posible por despertar a Kurt.

- Blaine, tienes que calmarte. No ha sucedido nada, probablemente fue que estaba exhausto. – Le dec�a David, d�ndole leves golpecitos de aliento en la espalda para que se calmara un poco.

- Pero su padre tiene antecedentes de problemas card�acos. �Qu� tal si el estr�s de Dalton lo est� consumiendo? Es muy joven, lo s�, pero las taquicardias pueden presentarse a cualquier edad, lo he investigado. – Dec�a preocupado el de ojos ambarinos, gesticulando con las manos.

- Mira, que yo sepa el doctor internet no puede diagnosticarlo todo. Fue s�lo un desmayo, Blaine. – Le sigui� alentando Wes, ya que David se hab�a sentado a su lado, resignado, pues hab�an tenido esta conversaci�n varias veces en la semana.

Cinco minutos despu�s la joven enfermera se asom� por la puerta, observando a los tres chicos que estaban sentados afuera. – Ya est� bien, se despert� por unos minutos pero est� descansando ahora. Estaba deshidratado, y no s� si lo saben, pero sufre de bajas de az�car regularmente. Es un chico muy sano, pero su cuerpo tiene que estar consumiendo glucosa bastante seguido para seguir con su funcionamiento, y aparentemente esta semana le ha otorgado demasiado estr�s. – Continu�, observando c�mo Blaine se levantaba y le prestaba toda la atenci�n posible. – Creo que se le ha olvidado comer. La baja de az�car fue tan grave que se desmay�. Eso es todo, no hay m�s de qu� preocuparse. �Ahora si quieres, pero en�silencio, pasar a verlo?

El de ojos ambarinos asinti� fren�ticamente con la cabeza, hasta el punto en que sinti� acalambrarse. Wes y David lo detuvieron un minuto antes de que entrara.

- A todas estas, Anderson. – Le dijeron, al un�sono, sonando espeluznantemente sincronizados y�molestos. - �Mentor? ��En serio? Casi te da un infarto a�ti�cuando viste que se desmay�. Lo trajiste�cargado�a la enfermer�a. Normalmente llamar�amos a los de la enfermer�a para que llevaran una camilla, pero, no, t� ten�as que cargarlo. Parec�an un�cuento de hadas,�por Dios. – …sta l�nea la exclam� Wes, David d�ndole palmadas en la espalda para que se calmara.

- El caso es, Blaine, que deber�as aceptar de una vez que te trae de cabeza. Kurt desde que lleg� le has tenido algo m�s. – Le dijo David, mir�ndolo seriamente a los ojos. El rostro de Blaine era un poema.

- Ehm… �Se molestar�an mucho si les dijera que le escrib� una rid�cula canci�n, y se la pensaba mostrar hoy, en el ensayo…? – Dijo, mirando a sus zapatos, miedoso de la respuesta de sus amigos.

- �Dios m�o! – Exclamaron los dos, estallando en carcajadas. – Hablando de mala suerte. – Bueno, eso al menos no se lo esperaba. Blaine se contagi� de las risotadas de sus compa�eros por un momento, hasta que escucharon un �chist! Salir de la enfermer�a. Se calmaron un poco y se vieron los unos a los otros.

- Bueno, al menos me alegra que el chico no est� solo en esto. No le ha tocado f�cil, con todo. La transferencia, el troglodita aqu�l de su otra escuela. Se puede decir que sab�amos que te tocar�a tomar una decisi�n una vez que su amistad se asentara. Pero tambi�n sab�amos que desde aqu�lla vez que le cantaste Katy Perry las cosas entre ustedes iban a ser de proporciones �picas, por no decir insoportables. – Wes continu�, en una voz m�s baja.

- Es que Blaine. Uno es m�s obvio que el otro. Era ya cuesti�n de tiempo en que les empez�ramos a lanzar ladrillos a ver si dejaban de tener sexo con los ojos cada vez que cantan en las pr�cticas… - A esto, Blaine se sonroj� visiblemente, sonriendo un poco.

- Es cierto. Pero ten�a miedo de que algo ocurriera. Kurt es m�s que mi amigo, pero ni �l ni yo hemos tenido nunca una relaci�n. No s� por d�nde empezar, desde d�nde acercarme. No tiene buenas experiencias, y yo tampoco. –

- Por eso es que est�n hechos el uno para el otro, uno, m�s terco que una mula, y el otro, m�s atolondrado… - Suspiraron sus amigos, ri�ndose un poco por lo bajo, dici�ndole a Blaine que entrara de una vez a la enfermer�a.

Blaine los mir� con unos ojos que gritaban en gratitud, trag�ndose el nudo que ten�a en la garganta al entrar a la enfermer�a. Sin embargo, antes de entrar, Wes y David le silbaron, recibiendo minutos despu�s en sus manos su fiel guitarra ac�stica que siempre llevaba a todas partes. Los chicos le gui�aron un ojo, dici�ndole entre susurros "suerte" y se marcharon. Entr� a la enfermer�a.

La chica, que aparentemente hab�a escuchado parte de la conversaci�n de fuera, le coment� que no ten�a m�s pacientes ese d�a, as� que pod�a dejarlos solos por un per�odo de tiempo, si lo necesitaban. El de cabellos negros le sonri� con gratitud, dici�ndole que le comprar�a unas flores por ello. La chica se fue, ri�ndose levemente y suspirando al salir de la enfermer�a.

El mayor se acerc� al cub�culo del de ojos azules, observ�ndolo, pl�cidamente dormido, con su rostro m�s colorado de lo que hab�a estado un par de horas antes cuando lo estaba cargando, desesperado, a la enfermer�a. Se le acerc� hasta sentarse a su lado, mirando con un leve tono de adoraci�n su rostro tan blanco y brillante. Recordaba que esa profesora extra�a del otro colegio le dec�a Porcelana, porque Kurt se lo hab�a comentado en una de sus salidas al conocerse. Recordaba re�rse ante el cometario, pero disfrutar en silencio la raz�n que ten�a Sue Sylvester, el rostro de Kurt parec�a el de un �ngel. En un acto totalmente involuntario o tal vez, inconsciente, acerc� su mano al rostro de Kurt, acarici�ndolo levemente. S�. Era tan suave como lo imaginaba.

Suspir� profundamente, sorprendido entonces por su propia valent�a. Ri�ndose de nuevo al recordar con cari�o la vez que tom� a Kurt de la mu�eca y lo dirigi� a la presentaci�n improvisada de los Warblers en dondetoda�su atenci�n se dirigi� a �l durante todo el n�mero.

You make me feel like I'm living a Teenage Dream…

Susurr�, levemente, y se detuvo. Record� inmediatamente que no estaba all� para cantarle esa canci�n en particular. Con las manos temblorosas tom� su guitarra del suelo y la alz� hasta su regazo, probando unos acordes levemente, nervioso. Esto pareci� alertar a Kurt, quien se movi� un poco hacia un lado, pero sin despertarse a�n. Blaine hizo uso de todo su coraje para acercarse a su rostro y susurrarle levemente un "Despierta", que lo hizo desperezarse poco a poco, sonroj�ndose de inmediato al verse tan cerca de Blaine.

- Yo… eh… - Susurr�, con esa voz tan adorable suya escuch�ndose rasposa por haberse acabado de levantar de un sue�o aparentemente profundo. – Gracias por preocuparte por m�. – Solt�, haciendo obvio que la enfermera le hab�a puesto al tanto antes de haberse quedado dormido por segunda vez. Sus mejillas se sonrosaron bastante, haciendo que Blaine sintiera la absoluta urgencia de besarlo ah� y ahora, pero se contuvo con toda la fuerza de voluntad que pudo para detenerse en sencillamente, tomarle de la mano por un momento.

- Me preocup� bastante. No quiero que nada malo te pase Kurt. – Recaud� fuerzas y solt�. – Por otra parte, antes de que te desmayaras, me estaba preparando para un n�mero que quer�a presentar en el coro. �Te importar�a decirme qu� opinas? – Y sonri�, nerviosamente, pero sin realmente demostrarlo.

- Seguro… Espero que la enfermera no se moleste si tocas guitarra ac�. – le sonri�, sent�ndose en la cama, de frente a �l, observ�ndolo por un momento. Blaine sonri� de nuevo, y le coment� en voz baja – No est� aqu�. – mientras afinaba la guitarra. Kurt se sonroj� un nivel m�s all� de lo establecido, sintiendo su rostro arder en llamas de inmediato. �Quer�a decir todo eso que Blaine lo hab�a planeado? �Qu� estaba pasando?

Sin embargo, antes de que su mente pudiese divagar mucho m�s, Blaine empez� a tocar.

Sabes que para darte tengo poco
Quisiera fuese el mundo aunque ni modo

Pero puedo llenarte los o�dos de todas mis canciones;
No son mucho, las hice a punta de ilusiones.

Y si tu coraz�n no ve mi oferta
Te ruego no veas indiferencia
Paciencia que mi amor es luz de luna,
Suavecito, pero alumbra
En los rincones donde tienes el alma oscura
S� me quieres d�melo, d�melo…

El coraz�n de Kurt Hummel nunca hab�a latido tan r�pido en su vida. Se sent�a pleno, viendo a los ojos del chico que parec�a estarle cantando a��l.�Blaine sonre�a levemente mientras entonaba con su preciosa voz las notas de la canci�n que hab�a compuesto algunos d�as atr�s. No sab�a qu� pasar�a, pero juzgando por la expresi�n de Kurt, sin duda era un gran paso.

Si mis palabras dicen poco,
entonces ven pa' demostrarte que no es todo

Que tengo el alma en un ropero
Para pon�rmela de gala si te veo.

No tengo nada que guardarme,
la vida empaqu� pa' regalarte

Si no vienes a rescatarme,
mi coraz�n pongo en remate

T� sabes bien que yo te adoro.
Recibe esto aunque sea poco…

La voz de Blaine lo hac�a sentir escalofr�os por su cuerpo, y sus ojos se llenaron levemente de l�grimas ante la posibilidad de todo lo que pod�a ocurrir a partir de ahora. El chico de sus sue�os se encontraba all�, se encontraban los dos solos, y adem�s, le estaba�cantando.

Llegar�, llegar�.
Pisando fuerte llegar�
Para ense�arte que tu tristeza es de papel
(Llevar�) Por tus caminos luz y miel
Y sembrar� en tu vientre sue�os de querer…

D�melo, d�melo…

Si mis palabras dicen poco,
entonces ven pa' demostrarte que no es todo

Que tengo el alma en un ropero
Para pon�rmela de gala si te veo.

No tengo nada que guardarme,
la vida empaqu� pa' regalarte

Si no vienes a rescatarme,
mi coraz�n pongo en remate

T� sabes bien que yo te adoro.
Recibe esto aunque sea poco…

Toc� unos acordes m�s, para cerrar, y entonces sonri�. Subi� la mirada inmediatamente para ver a Kurt, pero cu�l fue su sorpresa al verse aplastado bajo el peso del menor, quien sonre�a, con l�grimas de felicidad baj�ndole por los ojos.

- Por supuesto que te quiero, Blaine Anderson, desde el primer d�a en que te conoc�. –

- �Puedo decir que siempre lo supe? – Le respondi�, sonri�ndole sinceramente, tom�ndolo en sus brazos con fuerza y dejando la guitarra a un lado.

- No, no. Si no, la magia de la canci�n no tendr�a sentido. Estoy enamorado, Blaine Anderson. Tendr�s que ver qu� haces con eso. –

- Creo que puedo manejarlo. – Le dijo, mir�ndolo fijamente a los ojos y acomod�ndolo de nuevo en la cama. - Pero ahora tienes que descansar. Te acabas de recuperar de un desmayo… -

- Y un golpe en la cabeza. �Estar� so�ando? – Lo interrumpi� el otro, con sus ojos azules mostrando una leve expresi�n de tristeza.

- Para demostrarte que no est�s so�ando, me veo en el deber de dejarte con un recuerdo. – Sonri�, acarici�ndole el rostro lentamente para apartar algunos mechones de cabello de su cara, mir�ndolo directamente a los ojos. – Voy a besarte. Creo que eso vale bastante. –

- Si supieras la cantidad de veces que he so�ado esto, creo que querr�as dejarme con algo m�s que un beso… - Pero no. Blaine pos� sus labios tibios sobre los de Kurt, con un roce suave, tierno, especial. T�pico de la primera vez, sus manos temblaban, y tambi�n las de Kurt. Se mantuvieron en un beso lento y sencillo durante un tiempo, hasta que Blaine se separ� un poco del otro.

- Despu�s de esto no tendr� bajas de az�car… - Susurr� Kurt, empezando a adormilarse.

- Te dejar� entonces con mi guitarra. Tienes que descansar. – Le dijo, sonriendo, resignado, comenzando a levantarse para marcharse.

- Pero… - Buf� el otro, pareciendo un ni�o peque�o, jal�ndolo de la chaqueta del uniforme. – Yo descanso mejor si tengo compa��a. –

Blaine asinti�, sonriendo tontamente, acomodando un par de sillas m�s para terminar acostado un poco m�s por debajo del nivel de la camilla de Kurt, tom�ndole de la mano, jugando con los dedos del menor entre sus manos.

Espero que a la enfermera no le importe…�Pens�, ri�ndose.�No creo. Le regalar� unos chocolates extra por esto…

Afuera, David y Wes celebraban silenciosamente, recibiendo un �chist!�de la enfermera que ya hab�a llegado de vuelta. – Los dejar� solos por la noche. Pero ustedes no vieron nada. – Le coment� a los dos amigos, quienes se rieron un poco m�s y asintieron, decidiendo mandarle algunos mensajes de felicitaci�n a Blaine a la ma�ana siguiente.