June 11, 2012, 10:30 a.m.
Utopía: Errores
E - Words: 2,686 - Last Updated: Jun 11, 2012 Story: Complete - Chapters: 4/4 - Created: Jun 11, 2012 - Updated: Jun 11, 2012 75 0 0 0 0
Utopía
Kurt & Blaine
Capítulo: Errores
Pov Blaine
Estaba en mi habitación con Kurt mientras los dos escuchábamos como la policía estaba llevándose a Puck, mi "compañero", por venta de drogas. Sinceramente, hubiera preferido que Kurt no hubiera venido ese día, así no tendría que estar soportando esto.
Le pedí disculpas una vez más.
—No importa…Tu eres mucho mejor que ellos— dijo, sin darle importancia. Me congelé, sin poder siquiera respirar, sintiendo como mi corazón se aceleraba; con los ojos abiertos.
Reaccioné, cegado por el deseo.
Caminé hacia él automáticamente, tan rápido que ninguno de los dos nos dimos cuenta. Lo acorralé contra la pared en la que él estaba apoyado. Aprisioné sus labios con necesidad, con fuerza y con intensidad. Tenían un sabor exquisito, el más adictivo e intoxicante que haya probado en mi vida. Ya había esperado demasiado tiempo; demasiado tiempo guardándome lo que sentía por él.
Sentí sus brazos apoyados sobre mi pecho, tirantes, intentando alejarme; y sus puños en mis hombros, apretándolos con fuerza; pero no era la suficiente. Después de unos segundos más, separé mis labios de los suyos.
Kurt largó una mezcla de gemido con llanto, mientras intentaba impedir que me acercara, pero lo único que logró fue separarme de él con sus brazos; agarrándose fuerte de los míos para no caerse. Su rostro tenía una mueca de dolor; y sus ojos llorosos mostraban su alma rota, devuelta por mí.
Tuve que alejarme de inmediato; empecé a caminar en círculos alrededor de la habitación, agarrándome el cuello y dejando que mis brazos se desplomaran sobre mi pecho. Estaba indignado, indignado conmigo mismo; y dolido, por no haberme podido controlar y haberlo hecho sentir así. Pero no me arrepentía, había algo dentro de mí que no me lo permitía. Podía percibir como Kurt temblaba y seguía gimiendo un llanto desgarrador, del otro lado del cuarto.
— ¿Por qué lo hiciste?—exigí, con voz firme y la mirada firme en la pared— ¿Por qué viniste? Entiendo que te hayas compadecido de mi trayéndome a este lugar en vez de encerrarme en la cárcel, pero que me hayas acompañado después es… es inentendible…— finalice, sin poder evitar temblar.
Ambos nos quedamos en silencio de nuevo, hasta que finalmente Kurt habló—Creí…— su voz se quebró al instante —Creí que por algo nos habíamos conocido… que debía ayudarte…—
Al escuchar sus palabras me estremecí; él intentaba darle algún sentido a lo que había pasado esa noche.
— ¿Dios?— pregunté, intentando entender.
—No creo en Dios— susurró.
Miré hacia la puerta y me di cuenta de que estaba tapando la salida, y que Kurt estaba agonizando por salir de aquí.
Me puse contra la pared, dejándole el camino libre; y dándome cuenta, mientras él salía corriendo, que era la última vez que lo vería.
— ¿Y el chico…? ¿Kurt?— preguntó Sam, mi "compañero", dudando de cómo se llamaba. Después de que arrestaran a Puck, nos habíamos quedado solos en esa casa.
-No vendrá mas- respondí secamente.
Sam se quedó con la mirada perdida en un punto en la pared —Cuando salga de aquí, le haré una visita—dijo con una sonrisa maliciosa, agregándole una connotación sexual a la frase.
Sin siquiera pensarlo me levante de la silla donde estaba sentado y me lance sobre él, con la furia y el coraje hirviendo por todo mi cuerpo. Lo acorralé contra la pared, apretándole el cuello. Sentía como mis ojos se habían oscurecido, Sam parpadeó y se intimidó —Okay, es tuyo, cógetelo tú— dijo tratando de disculparse e intentando escaparse de mi agarre, logrando que me congelara y lo soltara.
Había empezado a escribir un diario desde el primer día que Kurt había desaparecido. Si, tenía la esperanza de que algún día él lo leyera; pero sobre todo no me podía callar lo que sentía, tenía que sacarlo de algún modo para evitar que me matara lentamente, porque cada día era una tortura, y yo sabía desde que vi a Kurt salir por la puerta para no volver, que así seria.
No había tenido noticias de él desde entonces.
Y definitivamente no iría a buscarlo; no después de los repetidos errores que había cometido, y que lo habían afectado tanto. Seria estúpido y cruel hacerlo; seria una tortura.
Me encontraba escondido detrás de un árbol a solo unos metros de distancia de la escuela de Kurt, en el horario en que todos los chicos estaban saliendo, mirando hacia la puerta. Una pesadilla me había hecho ir hasta allí, usando mi libertad condicional para romper la orden de restricción.
Tenia que verlo.
Tenía una sensación rara en mi pecho, una mezcla de expectación y dolor; y miedo, miedo de verlo.
De repente, entre el gentío que salía, lo vi. Me quedé mirándolo como si fuera el centro del mundo; de hecho, era el centro de mi mundo.
Kurt se acercó un poco mas y el número de gente a su alrededor que me impedía verlo completamente disminuyó. Mi corazón tembló y con él, todo mi cuerpo.
Kurt estaba al lado de dos chicas, mirando al suelo, sonriendo; feliz.
Colapsé.
Tuve que sentarme en las raíces del árbol mientras hiperventilaba y mi corazón se rompía. Una lágrima caía por mi rostro mientras agarraba el cuaderno con manos temblorosas y empezaba a escribir rápidamente.
Pov Kurt
Levanté la cabeza y lo vi. Blaine me miraba desde un árbol y cuando nuestras miradas se cruzaron no sentí miedo, sino curiosidad ¿Qué hacia aquí?
A pesar de que nos encontrábamos separados por una distancia considerable, pude notar que su mirada estaba llena de tristeza. Fue instantáneo: una mirada y huyó.
Me acerqué al árbol en el cual se había escondido y encontré un cuaderno pequeño color negro.
Miré hacia el alrededor esperando verlo, pero no sucedió, se había ido.
Esperé a estar solo en mi habitación para leer el contenido del pequeño cuaderno negro. No sé por qué, pero algo me decía que lo tenía que leer, aunque fuera algo íntimo para él, algo en mí me decía que realmente necesitaba leerlo.
Me senté en la cama con las piernas semi dobladas y apoyé el cuaderno en ellas; lo abrí cuidadosamente y comencé a leer el texto en color rojo con tachaduras que decía:
Es el primer día sin Kurt. Sé que no volverá, pero no puedo evitar pensar en él. Lo amo, lo amo demasiado. Cometí un grave error al besarlo, pero █ sólo es uno más de los errores que he cometido █ con él. Sé █ que no lo veré mas, █ supongo que es mi castigo por lo que le hice. Pero no por eso duele menos. █ Pero lo soportaré █ ███ porque él se merece ███ vivir en paz y ██ disfrutar de la vida. Sin mí a su alrededor.
"Oh, no" pensé, mientras sentía como los ojos me picaban. Quería detenerme ahí, pero mi cerebro no me lo permitió. Di vuelta la hoja.
Seguí pasando las hojas, inundándome más de sus sentimientos, haciendo que mis ojos rogaran porque los dejara llorar. Hasta que llegué a la hoja que estaba firmada con la fecha de ayer…
Tuve un ███ ████ sueño, una pesadilla, mejor dicho. Me mataba. Me ahorcaba en mi habitación ███ porque no podía verlo. Lo extraño tanto. ████ Ese es el verdadero motivo por el cual me suicidaba ███ en mi sueño. Tengo que verlo. Tengo que verlo para encontrarle algún sentido al sueño. █ Espero que eso impida que lo concrete.
Empecé a hiperventilar. Finalmente me rendí y deje que empezaran a caer lágrimas que habían estado atrapadas en mis ojos, mientras daba vuelta la hoja con rapidez y fuerza; ansioso, necesitado por saber el siguiente texto; escrito de manera más desprolija, y mojado por lo que parecían ser sus lágrimas, empezado a ser mojado por las mías.
Lo vi. Y el dolor es tan intenso. El verlo tan feliz me destruyó █ porque sé que yo nunca podré verlo así. █ Porque lo dañé, lo dañé tan profundo que nunca podría sonreírme así. ██ Yo soy el culpable de su dolor y merezco morir. ███ Así será la única forma en la que él vivirá en paz. Mi muerte será su alivio, y voy a hacer todo lo posible porque eso se vuelva realidad.
Empecé a temblar, mientras las lágrimas me impedían ver.
No, esto no podía estar pasando. No, no, no, no, no, no. ¡No!
Agarré el celular con la poca fuerza que me quedaba de tanto temblar y marqué el número del Centro de Rehabilitación, con el llanto quebrando mi garganta.
Ocupado.
Maldición.
Quizá Blaine había dejado el teléfono descolgado.
Salí de mi habitación corriendo, sintiendo la debilidad en mis piernas a causa de las imágenes que se cruzaban en mi mente.
—Kurt ¿Qué haces?— preguntó mi padre, con voz asustada y autoritaria, agarrándome del brazo y haciéndome voltear a verlo; no podía responderle, mi corazón dolía más al estar perdiendo tiempo. Sus ojos se clavaron en los míos, que no dejaban de llorar y su voz se volvió más exigente. — ¿Te ha vuelto a tocar?— cuestiono. Yo tiré con fuerza mi brazo, lográndome liberar de su agarre. Era extraño, hasta donde yo sabía, mi padre no sabía nada de que había tenido contacto con Blaine; pero al fin y al cabo, no estaba tan equivocado; estaba llorando por él. Salí de mi casa y corrí con toda mi fuerza hasta mi auto: — ¡Kurt! ¡Kurt!— mi padre gritaba parado en la puerta de entrada; yo sólo sacudí la cabeza mientras encendía el auto, ignorándolo por completo.
Con cada kilómetro que avanzaba, la esperanza de encontrarlo con vida se reducía cada vez más; al igual que cada vez que volvía a llamar por teléfono y no recibía respuesta alguna. Las lágrimas seguían cayendo por mis ojos, pero esta vez permitiéndome ver.
Llegué al Centro de Rehabilitación y me estacioné sin cuidado alguno. Me bajé del auto y entré corriendo a la casa. Fui directo a su habitación y lo encontré ahí de pie; de una zancada llegue hacía él y tiré lo que creí que era un cuchillo de su mano; agarrándolo de ellas y apoyándome en la pared, intentando calmar mi respiración.
— ¿Qué haces aquí?— preguntó, buscando en mis ojos la respuesta.
—No lo hagas— dije, sin poder dejar de temblar. En ese momento, él se dio cuenta que había olvidado su diario; sus pupilas se dilataron de sorpresa.
—Es lo mejor— susurró, mirándome con sus ojos oscurecidos; disminuyendo la distancia lentamente, hasta quedar a 20 centímetros de mi cuerpo.
Sentí una tensión extraña mientras él se acercaba un poco más, aún sin separar sus ojos de los míos. Me quedé quieto, sabiendo que me iba a besar. Cerré los ojos cuando estuvo a 5 centímetros, preparándome para sentir sus labios sobre los míos.
Cuando sentí la ausencia de su aliento sobre mi piel, abrí los ojos rápidamente.
—Bésame— susurré con voz insegura, casi rozando la histeria; sin entender por qué no me había besado.
—No. No puedo si tiemblas así cuando me acerco— respondió sinceramente y con dolor en sus palabras, dándome la caí en la cuenta de que aún estaba temblando.
Nunca había sido conciente de lo que Blaine sentía por mí, hasta que me besó en esta misma habitación; me había alejado de él porque él estaba confundiendo las cosas.
Mi comportamiento ahora era horriblemente irracional.
Pero aún sacando esa conclusión, lo único que hice fue pegarme a la pared, dándole un duro golpe con mis puños.
Mi corazón dolía por la distancia de Blaine. Tenia que hacer que se acercara. Se me ocurrió una loca y estúpida idea; pero estaba tan desesperado por sentirlo cerca, que tuve que apagar mi cerebro y cerrar mis ojos cuando susurré—Viólame—
Un impulso me hizo cerrar los ojos aún más al sentir el golpe al lado de mi cabeza. Abrí los ojos, pestañando un par de veces.
— ¡¿Cómo te atreves a decir eso?— dijo Blaine en un siseo oscuro. Sus ojos eran fríos y penetrantes, y se podía ver en ellos que mis palabras lo habían tocado. Pero conseguí lo que quería, tenerlo cerca. Lo miré en silencio, sintiendo la tranquilidad incomoda que me daba su cercanía. — ¡¿Cómo te atreves siquiera a pensarlo?—
—Tócame- susurré después de que pasamos un minuto mirándonos; y ver como su furia disminuía poco a poco. Pude ver su incomprensión y su sorpresa al escuchar mis palabras.
Cambió el peso de su cuerpo de sus puños a sus piernas y me miró con duda en sus ojos, pidiéndome una confirmación; yo solo le sostuve la mirada.
Tuve que apagar la parte de mi cerebro que me recordaba esa noche, o mejor dicho, se apagó sola. Mi cerebro estaba demasiado atento a la realidad como para que imágenes antiguas lo distrajeran.
Su mano, que antes estaba formando un puño, se deslizó entre los dos, para rozar mi mano y enredar sus dedos con los míos; mirándome seguro y asustado a la vez. Mi corazón latía a cien kilómetros por hora, pero no era por miedo. Su otra mano agarró mi brazo y lo llevó a su cuello; mi mano se aferró con fuerza a su nuca.
—Bésame— susurré aún más bajo, mirándolo a los ojos.
Su rostro se acercó al mío aún más lentamente, pero esta vez no hubo tensión entre nosotros.
Sus labios tocaron los míos levemente y mi corazón se detuvo para volver a latir descoordinado.
Sus labios rozaron los míos un poco más, pero sólo de manera superficial; tuve que responder, moví mis labios sólo un poco, pero lo suficiente para que mi corazón se alocara.
Lo que sentí en ese momento fue más fuerte de lo que puedo explicar…
Nota de la autora:
Siento haber tardado tanto. Ando con integradoras en la escuela y no es nada fácil escribir algo coherente con esa presión.
Empiezo por las buenas noticias: ¡Vi el primer cap de Glee! (3x01)
Ahora las malas: tuve un sueño traumante. En el sueño estaba en el garaje de la casa de mi tía con el teléfono inalámbrico de mi casa y llamaba a una especie de 0800 que tenia información tipo Wikipedia. Ahí escuchaba la biografía de Darren Criss (Breyi, es el que hace de Blaine) y decía algo así "…hasta que murió en el escenario…" y se me vinieron un par de imágenes a la cabeza, de él (pero no era él físicamente) en el escenario, supuestamente cuando moría (pero no tenia sentido para una muerte real).
Me quedé tan traumada que cuando volví a mi casa ese día a la noche, busqué en una página para asegurarme de que no haya sido verdad xD. Pero ahí eché un vistazo rápido y sin querer a un par de spoilers, y ahora ando torturándome con esos.
Es jueves, hoy se estrena el 3x02 en Fox.
ANN1E, es cierto, era una bomba de tiempo, pero si te lo decía adelantaba mucho xD
Le agradezco a julieloveskurt por su ayuda en el beteo. La consideraré para todas mis próximas historias, hace un excelente trabajo.
Les dejo un texto de mi escritor favorito; se me vino a la mente hoy antes de ponerme a escribir esto, encaja perfecto con esta historia.
Post 3x02:
Acabo de terminar de ver el 3x02 y mientras lo veía pensaba que lo que intentó Kurt es un reto (yo sí le creí cuando hizo de Romeo); me imaginé un reto en el que me incluía a Kurt y a mi. Consideré que el reto de todo escritor es hacer algo en conjunto, así que ya que Kurt no existe ¿Quién quiere ser mi Kurt? Aviso por las dudas, no haré nada con spoilers, ni quiero recibirlos.
¿Hace falta que les diga que esta historia termina acá?
Viendo Dr. House, me di cuenta que tengo un amor platónico bisexual por Trece xD. Me puse celosa cuando vi que estaba de novia ¬¬
Parece que hay gente que no entiende que veo los capítulos por Fox Latinoamérica y no quiero recibir spoilers ¬¬
El diagnostico y la terapéutica
"el libro de los abrazos" Eduardo Galeano
Editorial Siglo veintiuno editores
El amor es una enfermedad de las más jodidas y contagiosas. A los enfermos, cualquiera nos reconoce. Hondas ojeras delatan que jamás dormimos, despabilados noche tras noche por los abrazos, o por la ausencia de los abrazos, y padecemos fiebres devastadoras y sentimos una irresistible necesidad de decir estupideces.
El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito de polvo de quereme, como al descuido, en el café o en la sopa o el trago.
Se puede provocar, pero no se puede impedir. No lo impide el agua bendita, ni lo impide el polvo de hostia; tampoco el diente de ajo sirve para nada. El amor es sordo al Verbo divino y al conjuro de las brujas. No hay decreto de gobierno que pueda con él, ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en los mercados, infalibles brebajes con garantía y todo.