Utopía
Giselittle
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Utopía: Darse cuenta


E - Words: 1,095 - Last Updated: Jun 11, 2012
Story: Complete - Chapters: 4/4 - Created: Jun 11, 2012 - Updated: Jun 11, 2012
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Utopía

Kurt & Blaine

Capítulo: Darse cuenta

Pov Blaine

Hacia un mes que había ingresado al centro de rehabilitación, y desde entonces nadie había aparecido para verme; ni siquiera mi padre, aunque ciertamente nunca esperé su visita, ni tampoco Jesse, mí supuesto abogado.

Había vivido en total soledad, de no ser por mis dos compañeros de vivienda, con los que solo me hablaba lo absolutamente necesario, y los profesionales que estaban allí.

Una tarde caminaba de vuelta a mi habitación volviendo de la cocina, a donde había ido en busca de un poco de agua; cuando la cabeza de Carole, la directora del centro, apareció a través de la puerta del comedor—Blaine— me llamo con voz firme.

La miré incrédulo, aun dudando de que fuera a mí a quien llamaba y luego de unos segundos reaccione y caminé hacia el living, que se encontraba detrás de la puerta. Cuando me acerqué, vi que sus ojos estaban fríos, como si hubiera pasado algo que no esperaba. Me agarró con fuerza el hombro, causándome un leve dolor, y luego me indico —siéntate—. Yo obedecí y me senté en la mesa tipo restaurante que había en el centro del living; y me quede mirándola un momento, en busca de respuestas. —Tienes visitas—me dijo en tono cortante. Inmediatamente después salió por la puerta, pero pude escuchar cuando le decía a alguien "estaré cerca"

Espere un momento sentado en la mesa, con la mirada perdida en la pared. De repente, la puerta se abrió de nuevo. Mi cuerpo perdió su fuerza cuando vi quien entraba y empecé a hiperventilar…

No, Kurt no podía estar aquí.

Se quedo parado frente a la puerta, con la mirada baja; vacilo un poco antes de comenzar a dar lentos pasos hacia la mesa donde me encontraba.

Usaba una remera color piel un talle más grande que lo necesario para él, y un pantalón de una tonalidad más oscura; no tenía nada que ver con cómo estaba vestido esa noche. Me dolía saber que había cambiado tanto su vida al punto de intentar pasar desapercibido con su atuendo; pero aún así no dejaba de llamar la atención.

Mis ojos no se podían separar de su rostro, pero él no levantó su cabeza; ni siquiera me miró cuando se sentó enfrente mío, deslizándose en la silla con movimientos suaves.

En aquel momento mi hiperventilación se hizo visible; mi pecho subía y bajaba sin control.

— ¿Qué haces aquí?— dije histérico, intentando encontrarme con su mirada.

Quiero ayudarte— respondió mirándome a los ojos por microsegundos, con sus brazos apoyados sobre la mesa, cubriéndose las manos con las mangas.

Luego de su respuesta, trate de calmarme un poco; seguí insistiendo con encontrarme su mirada y luego continúe. — ¿De qué hablas? Tú no debes estar aquí. Yo… yo…— contesté, sin poder terminar la frase; me dolía el sólo pensarla. — ¿Por qué no dejaste que me condenaran?—

Finalmente había hecho la pregunta que había estado vagando por mi mente desde el momento de la sentencia. Sabía que no tenía derecho a hacerla, pero no podía evitarlo, no podía dejar de preguntármelo. Había aceptado ingresar a rehabilitación porque estaba completamente decidido a hacer cualquier cosa que él quisiera para curar, por lo menos, una parte del daño que le había hecho.

Kurt volvió a mirar hacia abajo cuando contestó—Escuché cuando hablabas con tu abogado…— "Oh, no" pensé —…y...estabas tan dañado…—

Agaché la cabeza, intentando no descomponerme, y me agarré con fuerza el pelo de la nuca, con los ojos abiertos.

La única persona que jamás hubiera imaginado que vendría había aparecido para ayudarme.

Lo siento— dije, intentando que mi voz no sonara tan hecha trizas como yo me sentía en ese momento, pero la voz se me quebró. Trate de alcanzar su mano para tocarla, intentando disculparme, pero él la sacó de inmediato ante mi contacto.

Yo simplemente quedé shockeado, y mi pecho se agujereó aún más; no me esperaba esa reacción. Ahí fue cuando caí en la cuenta de la verdadera magnitud de lo que había hecho.


Después de nuestra charla; Kurt había venido casi todos los días, y cuando no venia, llamaba.

No importaba que pasara. Kurt siempre estaba allí.

Estaba pensando en él en mi habitación.

Me hacia bien hablar con él, me tranquilizaba su compañía.

Él era una maravillosa persona…

Flashbacks

Estábamos en mi habitación, con la puerta abierta; yo sentado en mi cama y Kurt en un sillón rojo.

Mientras charlábamos, me empecé a sentir débil y mareado; inmediatamente saqué un frasco de mi bolsillo, quedándome mirándolo al ver que estaba vacío.

— ¿Qué pasa?— preguntó Kurt.

Soy insulinodependiente— respondí, sin dejar de mirar el frasco.

— ¿Por qué no pides más?— preguntó con sincera ingenuidad.

Lo hice hace una semana, no me la quieren dar— respondí jugueteando con el frasco en mis manos.

Miré hacia Kurt al escuchar un ruido, y vi como salía de la habitación, indignado; para después de cinco minutos volver y quedarse de pie recargado en el marco de la puerta. Luego dijo en voz baja —A mí tampoco—Se quedo de pie en la puerta un rato más, hasta que finalmente dijo—Vamos— y salió rápidamente, haciendo que lo siguiera.

— ¿Qué estás haciendo?— dije cuando entramos a la bodega de los medicamentos.

Robando un poco de insulina— susurro, buscando en un armario. Kurt me estaba ayudando realmente.

De repente, caí en la cuenta de la poca distancia que nos separaba, y sentí algo raro en mi pecho, que me inmovilizó.

Fin flashbacks

Kurt era la única persona que me escuchaba realmente. El único que estaba allí siempre que lo necesitaba, y yo agradecía mucho que él estuviera allí, porque Kurt era justamente la persona que no debía estar. Pero ahí estaba, siempre.

Yo permanecía siempre pendiente a sus visitas y a sus llamadas. Lo esperaba con ansias; pero al verlo entrar por la puerta del centro, todo eso se cambiaba por una tranquilidad latente.

En aquel momento, la venda se me cayó de los ojos.

Entré en estado de shock.

Mis ojos se empezaron a humedecer y empecé a hiperventilar, las lágrimas empezaron a caer por mi rostro; mi corazón se rompió, porque sabía que era imposible…

¿Por qué? ¿Por qué Kurt tenia que ser tan bueno?

En aquel momento tomé conciencia, me di cuenta, de lo que sentía por Kurt.

Me estaba enamorando de él.


Nota de la autora:

Tardé demasiado en escribir este cap, lo siento. Pero quería que quedara lo más parecido a lo que creé en mi mente. Es mas, se lo mandé ajulieloveskurt, mi Beta a la cual le agradezco con mi alma la ayuda, y después se me ocurrieron nuevas modificaciones. Espero no volver a traumarlos; o si, depende. Tendría que estar estudiando para Biología (tengo prueba el viernes) y en vez de eso, estoy aquí terminando de escribir este cap, y terminando de leer las historias pendientes. EL JUEVES EMPIEZA GLEE! Creo que moriré de emoción, estoy histérica; cuando escribí esto, grité como una lunática (Lovegood xD). Ya saben, espero reviews!


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