Sebasti�n
�Qui�n demonios se cre�a ese chico para cantarle de esa manera a su novio?
Kurt hummel, eres un est�pido – se dijo a s� mismo, frunciendo el se�o con fastidio. Mientras se encontraba fuera del de ensayos de lo warblers, medio escondido, observando por la puerta entreabierta, como cantaban updown girl.
Esa misma tarde, despu�s de que terminara el club glee, Blaine le hab�a anunciado que ir�a a Dalton, para visitar a los warblers, ya que los extra�aba con horrores, adem�s necesitaba pedirles un par de consejos para wide side historie; y el amablemente se hab�a ofrecido a llevarlo, pues si bien Blaine contaba con un carro (y a decir verdad era uno grandioso) esas eran las peque�as cosas que adoraban de su relaci�n: nunca dejaban pasar un momento para estar juntos, aunque fuera solo para llevarlo a su antigua escuela. Su ojimiel insisti� en que se quedara el tambi�n, pues seguramente los chicos estar�an encantados de verlo, kurt se neg�, no, lo mejor ser�a dejar que Blaine pasara una tarde solo con sus antiguos compa�eros, riera, charlara y que tal vez hasta cantara. Pero en esos momentos, y a ra�z de lo que estaba viendo, se arrepent�a profundamente de no haberlo acompa�ado, acompa�arlo y no soltarlo de ser posible, pues parec�a que el nuevo warbler iba a saltar de un momento a otro sobre su chico. Porque todo hubiera estado bien, si no fuera que, cuando se encontraba ya a medio camino hacia lima, descubri� que Blaine hab�a olvidado su celular en el asiento del copiloto, y suspirando divertidamente por el total descuido de su novio, se dirigi� de regreso a Dalton, seguramente el ex-warbler necesitar�a se tel�fono.
Y ahora se encontraba en Dalton, fuera del sal�n de ensayos, medio escondido, observando por la puerta entreabierta como cantaban updown girl, con el ese, como voz principal, cantando junto a su Blaine, correcci�n, cantando a SU Blaine. Con los ojos muy directos en el como si su vida dependiera de ello, dedic�ndole esa mirada sexy que derretir�a a cualquier persona, sexy, tal vez fuera justamente eso lo que m�s molesto lo puso , lo que m�s lo alerto. Y le record� un poco a santana, como si fuese la versi�n masculina de la latina; Sebasti�n se mov�a con toda naturalidad, con pasos sexis y movimientos sensuales, que acompa�ados con su voz, lo volv�an peligroso, caminaba por toda la sala, entonado la canci�n con entusiasmo, envi�ndole descaradas mirada a Blaine, acech�ndolo; con los warblers vocalizando a su alrededor (que al parecer no notaban nada aun).
De pronto las notas dejaron de resonar por todo el sal�n y la canci�n termino, oh y por Harry Potter que hab�a terminado, con Sebasti�n a pocos cent�metros de Blaine, con el cuerpo casi pegado a el de pie, acorral�ndolo junto al respaldo de un sill�n y sonriendo sensualmente, mientras los dem�s warblers quedaban expectantes sin moverse de sus lugares, sin saber exactamente qu� hacer, y kurt pudo notar como wes daba una significativa mirada a Jeff, alert�ndolo, tambi�n vio como la mano del casta�o se acerca peligrosamente al muslo de Blaine, fue en instante que su mente reacciono.
Bien, Sebasti�n quer�a guerra, la tenia ahora.
Sin pensar mucho en lo que estaba haciendo y dej�ndose llevar por el remolino de celos que sent�a. Abri� de un golpe el sal�n donde se encontraban los warblers y entro en el, con el celular de Blaine en una mano, sonriendo como si nada hubiera pasado, a pesar de que era casi un hecho el porqu� de su llegada (despu�s de todo, no por anda entrar�a a la NIADA, actuar era su mayor especialidad), saludo a los chicos con una mano, y camino hacia Blaine, lentamente, moviendo sus caderas como jam�s lo hizo en su vida, mirando al ojimiel �nicamente, quien se encontraba aun en la misma posici�n, sin haber reaccionado todav�a , con ese casi encima de el.
Se paro justo enfrente de ellos, notando como Sebasti�n le lanzaba una sonrisa s�nica y se acercaba un poco m�s a Blaine, como si esperara que de un momento a otro, el ojiazul armara una escena de celos, error. Ignor�ndolo ol�mpicamente, sin siquiera dignarse a mirarlo, o saludar, y aun sonriendo, lo tomo firmemente del brazo y con un suave empuj�n lo alejo de Blaine.
Se coloco frente a su novio y lo miro a los ojos un par de segundos, notando como este lo miraba con temor, pregunt�ndose si estar�a en problemas. Kurt se acerco un poco m�s a �l y le tomo de la mano.
Mi amor – comenz�, con los labios casi pegados a los de �l, pod�a sentir su c�lida respiraci�n – se te ha olvidado tu celular en el coche, y pens� que podr�as necesitarlo- llevo su mano hasta el trasero de Blaine, y coloco el celular lentamente en el bolsillo del pantal�n
k… kurt…. – trato de responder el ex-warbler, ahora mas confundido. pero de inmediato fue interrumpido por los suaves labios de kurt, que ahora lo besaban como jam�s lo hab�a hecho, con suaves pero firmes movimientos, aun con la mano sobre �l.
Y fue justo con aquello, que algo pareci� encenderse en el ojimiel, pues al instante comenz� a reaccionar, devolviendo el beso con urgencia, colocando sus brazos alrededor de la cintura de kurt, rode�ndolo posesivamente, como diciendo disc�lpame, yo no tuve la culpa y esto no es lo que tu cres. Mientras kurt aferraba un mano en su cabello, enredando sus dedos en el, peg�ndose completamente a �l, sin importarle un comino que estuvieran en p�blico, con todos mirando. Cerr� los ojos fuertemente, sintiendo que en cualquier momento se quedar�a sin aire, pero no se separo, por el contrario, profundizo mas el beso, abriendo un poco los labios, dejando paso a la lengua de Blaine, que gustosa entro en el, enred�ndose con la suya, en un baile sensual. Dio un peque�o suspiro y coloco ambos brazos en el cuello de su novio, quien en aquellos momentos parec�a estar perdiendo la cordura, pues hab�a apretado su agarre sobre su cintura y ahora enterraba suavemente sus dedos sobre la piel de su cadera.
Cuando el oxigeno por fin fue indispensable, se separo un poco Blaine; jadeaba y sent�a como sus mejillas ard�an, seguramente estar�a un poco m�s que sonrojado. Abri� un poco los ojos y miro a Blaine: estaba hecho un desastre, con los labios hinchados y su cabello bastante despeinado; lo miraba intensamente, con la mirada oscurecida por el deseo.
Pero como si nada hubiese pasado, kurt sonri� dulcemente, saliendo con dificultad de entre los brazos de su novio, que parec�an que no querer soltarlo, sin dejar de mirarlo.
De cualquier forma – comenz� - tengo que irme ahora, quede con rach de visitarla –dec�a mientras acariciaba distra�damente un brazo del ojimiel – pasare por ti m�s tarde cari�o – le gui�o un ojo, y girando sobre sus talones, poso su atenci�n sobre los warblers, que los miraban con aprensi�n, pasando por alto a Sebasti�n, que estaba a un lado de el, con el se�o fruncido.
Chicos, que alegr�a haberlos visto, �Qu� les parece sin tomamos un caf� un d�a de estos? Lima vean por supuesto – rio dulcemente
Eh… si claro kurt, el d�a que tu y Blaine decidan – contesto wes, con el semblante un tanto m�s relajado, seguramente agradeciendo que kurt no estuviera molesto con ellos.
Bueno, nos vemos – dijo caminando hacia la puerta, con lo mismo paso sensuales con los que habia entrado, cuando de pronto sinti� como era tomado del brazo.
Cari�o , yo… yo creo que me voy ahora- era Blaine, hablaba nerviosamente, en una especia de tartamudeo, aun con los labios hinchado por el beso, y la mirada aun mas ensombrecida – no tendr�a caso acert� venir de nuevo –
Eso pens� – contesto el ojiazul, con la sensaci�n de haber ganado, ten eso Sebasti�n – nos vemos chicos…. Y linda canci�n – observo de reojo, como wes negaba divertidamente con la cabeza, mientras escucho a Nick susurrarle a Jeff un " Sebasti�n esta perdido", poso su ojos en Sebasti�n durante unos segundos, dedic�ndole su mejor mirada de diva bitch, diciendo un silencioso "oh, ni en tus sue�os pasara, no te preocupes" notando con satifaccion como hab�a desaparecido su est�pida sonrisa; luego continuo caminando, con Blaine a su lado, tom�ndolo por cintura, atray�ndolo hacia el en un gesto posesivo, que murmuro un despistado "nos vemos chicos", para despu�s salir juntos.
Podr�a ser que kurt hummel tuviera el estatus sexual de un bebe ping�ino, o que sus movimiento sexuales parecieran dolorosos c�licos, pero si algo hab�a dejado claro, era que no dejar�a que nadie tomara lo que era suyo, y Blaine Anderson, era totalmente de su propiedad.