Dec. 30, 2014, 6 p.m.
El idioma del amor.
"Uno parecia un simple mesero pero cantaba como un ángel.el otro parecia un ángel pero no sabia cantar."Este One shot esta basado en un video viral.
K - Words: 2,057 - Last Updated: Dec 30, 2014 660 0 0 0 Categories: General, Songfics, Characters: Kurt Hummel,
Las canciones pertenecen a:
-Call me maybe - Carly Rae Jepsen
-You belong with me -Taylor Swift
-Make you feel my love -Adele.
"El parecía un mesero pero cantaba como los ángeles, El parecía un ángel pero no sabía cantar..."
New York ha visto miles de personas y con ellas miles de historias, como la del joven mesero, Kurt Hummel.
-¡Kurt!-grito su jefe -ve a atender la mesa 4
No pudo evitar sonreír al darse cuenta de que en la mesa estaba el mismo joven de cabello castaño, rizado y ojos color miel, a Kurt le encantaba mirarlo pero nunca se había atrevido a hablar con él, ni siquiera a tomar su orden, esta sería quizá la oportunidad que había estado esperando.
-Buenas tardes-le dijo - ¿Puedo tomar tu orden? -los nervios estaban jugando con Kurt y el chico de los ojos color miel seguía con la vista fija en su libro.
-Un cappuccino y un té verde por favor -contesto un chico rubio al que apenas había notado. Un tanto decepcionado Kurt regreso a la cocina con el pedido.
Estos chicos iban todos los días, sin falta a la cafetería, Kurt siempre miraba al chico de los ojos miel leer, jamás lo había visto hacer algo más, de hecho jamás lo había escuchado hablar. Regreso con el pedido de los chicos y lo observó un momento más, esta vez el chico le devolvió la mirada con una leve sonrisa e inclino un poco su cabeza en vez de decir gracias.
Esta pequeña cafetería era famosa por que sus meseros cantaban para los clientes, Kurt siempre había querido cantar, pero jamás encontraba la oportunidad para hacerlo, sin contar que su compañera Rachel se adueñaba el micrófono todas las noches para cantar el repertorio completo de Broadway.
-¿Por qué no te animas a subir Kurt? -Dijo Mercedes otra de sus compañeras mientras señalaba al escenario -Alguien debe enseñarle a Berry como se hace.
Kurt no desechó la idea, quizá si subía y cantaba algo, el chico de los ojos miel lo notaria, quizá podía dedicarle una canción y así entendiera su indirecta y le quitaría la mirada a su libro y la dirigiría a Él. Rachel se detuvo y bajo del escenario "Es ahora o nunca Hummel" pensó Kurt y subió decididamente a cantar.
-Hola, Soy Kurt Hummel y voy a cantarles algo esta tarde -Jamás había estado así de nervioso, la música comenzó a sonar y el comenzó a cantar.
I threw i whish in the well
Dont ask me, ill never tell
I Looked to you as it fell,
And now youre in my way
I trade my soul for a wish
Pennies and dimes for a kiss
I wasnt looking for this,
But now youre in my way
Your stare was holdin
Ripped jeans, skin was showin
Hot night, wind was blowin
Where you think youre going baby?
Hey, i just met you and thi is crazy
But heres my number so call me, maybe
Its hard to look right at you baby
But heres my number so call me, maybe
Pero a la mitad de la canción el chico de los ojos miel y su acompañante se levantaron y salieron de la cafetería, Kurt se preguntó inmediatamente porque lo habría hecho, quizá no le gustaba como cantaba o quizá su canción había sido demasiado inapropiada. Kurt termino la canción pero sintiéndose peor que nunca, buscando mil y un respuestas a por que se había ido, pero llegando a la misma conclusión, había sido su culpa.
Al otro día sin falta estaban ambos chicos en la cafetería, uno absorto en un libro y el otro tecleando algo en su teléfono, Kurt llevo el mismo pedido del día anterior sin aun obtener palabra alguna de chico de ojos miel. El dueño de la cafetería le había dicho a Kurt que a sus clientes les había encantado su voz y querían que siguiera cantando. "quizá si canto otra canción más sutil él no se vaya, quizá si subo de nuevo el me escuche, quizá si le dedico otra canción, el quite la mirada de su libro y la dirija a mi" Pensó Kurt.
La música comenzó y Kurt canto de nuevo con la esperanza de que el chico de ojos miel lo escuchara.
Youre on the phone
with your girlfriend
shes upset
shes going off αbout
something thαt you sαid
she doesnt get your humor
like i do
im in my room
its α typicαl tuesdαy night
im listening to the kind of music
she doesnt like
shell never know your story
like i do
but she weαrs short skirts
i weαr t-shirts
shes cheer cαptαin
αnd im on the bleαchers
dreαming αbout the dαy
when you wαke up αnd find
thαt whαt youre looking for
hαs been here the whole time
if you could see
thαt im the one
who understαnds you
been here αll αlong
so why cαnt you
see you belong with me
you belong with me.
Pero lo mismo pasó, ambos chicos se levantaron y se fueron antes de que terminara la canción. -Esta vez -dijo Kurt para sí mismo -No hay duda de que fue mi culpa.
Los días pasaron y sin falta ambos chicos llegaban a la cafetería, Kurt comenzaba a cantar y se iban así sin más, cada vez que esto pasaba Kurt se preguntaba porque hasta que comenzó a convencerse de que era su culpa, pues no importaba que canciones cantara o con que ganas lo hacía, el chico de los ojos miel seguía absorto en su libro hasta que de pronto se iba.
Siempre al salir de trabajar, Kurt se encontraba con un vagabundo al que parecía gustarle vivir fuera de la cafetería pues jamás se iba, Kurt le llevaba un poco de café y el pan que sobraba y el hombre siempre anotaba algo en un viejo y despastado libro que cargaba como si fuera lo único que le quedaba en el mundo, y quizá, de verdad lo era.
-Aquí tiene señor, buenas noches -le dijo Kurt al hombre.
-Dios te bendiga Muchacho.-le contesto el hombre tomando el pan. -No me llames señor, no luzco como uno.
Kurt se sentó a su lado a contemplar los autos pasar. - ¿Cómo debo llamarlo entonces? -Preguntó Kurt.
-Chico, llámame Houston, Madison, Broadway -dijo el hombre sonriendo -Chico, llámame New York! -Y soltó una carcajada -Eh pasado tanto tiempo en las calles de esta ciudad que ya me siento parte de ella, eh visto tantas historias de tantas personas que te no me alcanzaría la vida para contártelas.
Kurt miro la hora, casi media noche, así que se levantó, se colgó su mochila y se despidió del hombre.
-Adiós New York -Dijo Kurt divertido -Pasa una buena noche.
-Adiós Kurt, cuídate y gracias. -dijo el hombre alzando su pieza de pan
Extrañado porque sabía su nombre, Kurt comenzó su camino hacia su casa.
Otro día paso y la misma rutina de siempre, el chico de los ojos miel llegaba, tomaba su te, Kurt cantaba, el seguía en su libro, hasta que de pronto se iba, llegaba la hora de cerrar y Kurt le llevaba al hombre algo para comer antes de irse a casa.
-Hola New York, ¿Cómo te va? -pregunto una vez Kurt al dejarle el pan.
-Hola Kurt -Dijo el hombre guardando su libro y tomando el pan.
-Bien New York, hoy tengo unas preguntas que hacerte te parece -dijo Kurt sentándose a su lado.
-Muy bien chico, te escucho.-dijo el hombre con la boca llena de pan.
-¿Cómo sabes mi nombre y que tanto escribes en ese libro -Pregunto por fin Kurt sintiéndose más confiado.
-Mi querido chico, escribo historias, las historias que si la ciudad de New York pudiera hablar, te contaría, y se tu nombre porque aquí, está la tuya. -el hombre le contesto a Kurt
-¿La mía? ¿Cómo es que conoce mi historia? -pregunto Kurt comenzando a creer que aquel hombre estaba loco.
-Conozco tu historia porque New York la ve todos los días, eres Kurt Hummel, pareces solo el mesero de esta cafetería pero cantas como los ángeles, y parece que quieres la atención de alguien, alguien con unos ojos color miel que pocas veces te han mirado.
Sorprendido Kurt siguió preguntando - ¿Conoces a este chico, el de los ojos color miel?
-Claro, new york también ha visto su historia, es Blaine Anderson y lo único que puedo decirte es que ustedes no hablan el mismo idioma.
Blaine, así que ese era su nombre, Blaine era un nombre hermoso, el chico de los ojos miel ya tenía un nombre.
Navidad llego, era la época favorita de Kurt pero también en la que más trabajo tenían en la cafetería.
-¿Qué les parece si organizamos una fiesta de abrazos navideños aquí -dijo entusiasmada Rachel.
-¿Una fiesta de qué? -Pregunto mercedes igual de confundida que Kurt
-Sí, cada orden que llevemos a cada mesa, será entregada con un abrazo navideño -dijo orgullosa Rachel de su idea.
-Eso es ridículo -se burló Mercedes -Niega eso Kurt
-Espera Mercedes -dijo Kurt a quien después de ver a Blaine entrar la idea ya no le parecía tan ridícula. -creo que es buena idea después de todo.
La orden de la mesa 4 estaba lista y Kurt con ella para llevarla hasta que vio a un hombre con ropa vieja y gastada entrando a la tienda.
-¿New York? -Pregunto Kurt extrañado -¿Qué te trae por aquí?
-Feliz Navidad Chico, hey ven aquí, te traje un regalo de Navidad -dijo el hombre buscando entre su ropa.
Kurt lo pensó un minuto, fue hacia New York y vio que dejaba un pequeño y nuevo libro en la mesa. Volteo y vio a Rachel tomando el pedido de Blaine y llevándoselo, si ella le llevaba su pedido tendría que darle un abrazo, no sería el, Blaine seguiría sin notar su existencia, perdería su oportunidad de acercarse a Él aun con una idea tan tonta como la fiesta de abrazos navideños. Corrió y le quito la bandeja a Rachel, se acercó a la mesa y se quedó sin habla al ver lo que Blaine hacía, Movía mucho sus manos y su rubio amigo lo miraba atentamente y hacia movimientos parecidos, Blaine no decía ni una sola palabra, era como si se comunicara en un idioma diferente, lo que en efecto hacía, un idioma de señas.
-Aquí está su orden -dijo Kurt mirando como Blaine le sonreía -Feliz Navidad. -y extendió los brazos a lo que Blaine respondió rodeándolo con sus brazos. En ese momento Kurt pudo sentir su aroma, y su cuerpo rodeándolo, aunque fuera por solo unos segundos.
Kurt regreso al lugar a donde estaba New York y vio el libro con una pequeña hoja donde se leia:
"Feliz Navidad Kurt Hummel, esto nos ayudará a continuar escribiendo tu historia" -New York
Guardo el libro en su mochila y se fue después de que Blaine también lo hiciera, llego a su casa y saco el libro en el cual la primera página decía:
"Querido Kurt, gracias por ser tan amable conmigo en el tiempo que llevamos de conocernos, quiero devolverte el favor dándote este libro que te enseñará que el idioma del amor no solo se habla con palabras" y además nos ayudará a escribir tu historia..."
Kurt siguió leyendo y se dio cuenta de que no era un libro común, era más bien un manual, un manual para aprender el lenguaje de señas.
Kurt practicaba todos los días para aprenderse una canción con el libro que New York le regalo, hasta que la aprendió.
-Necesito que alguien más suba al escenario, los clientes comienzan a quejarse de Rachel -grito el jefe desde su oficina.
-Yo voy -grito Kurt y corrió al escenario. -Hola, ustedes ya me conocen, soy Kurt Hummel y esta vez haré algo diferente.
Kurt se alejó del micrófono se paró frente a la mesa de Blaine y con señas le comenzó a cantar...
When the rain
Is blowing in your face
And the whole world
Is on your case
I could offer you
A warm embrace
To make you feel my love
When the evening shadows
And the stars appear
And there is no one there
To dry your tears
I could hold you
For a million years
To make you feel my love
I know you
Havent made
Your mind up yet
But I would never
Do you wrong
Ive known it
From the moment
That we met
No doubt in my mind
Where you belong
Id go hungry
Id go black and blue
Id go crawling
Down the avenue
No, theres nothing
That I wouldnt do
To make you feel my love
The storms are raging
On the rolling sea
And on the highway of regret
Though winds of change
Are throwing wild and free
You aint seen nothing
Like me yet
I could make you happy
Make your dreams come true
Nothing that I wouldnt do
Go to the ends
Of the Earth for you
To make you feel my love
Fue hasta que Kurt termino la canción, que se dio cuenta que ambos estaban llorando, Blaine sonreía y agitaba sus manos, se acercó y lo abrazo, Kurt no podía creer lo que había pasado.
"Kurt parecía un mesero, pero cantaba como los ángeles y Blaine parecía un ángel pero no sabia cantar..."