June 11, 2012, 10:07 a.m.
Sólos, tú y yo
Kurt y Blaine son mellizos, lo que nadie sabe es que su conexion es mucho mas intensa de lo que deberia ser. NC-17. songfic
E - Words: 2,786 - Last Updated: Jun 11, 2012 194 0 0 0 Categories: AU, Romance, Songfics,
Solos, tú y yo
Kurt & Blaine
Canción: ET-Katy Perry
Estaba acostado en mi cama, descansando un poco antes de ir a la escuela. Kurt se acostó a mi lado suavemente y me abrazó, apoyando su cabeza en mi pecho. Yo lo abracé también, sintiendo la calidez de su cuerpo.
- No quiero ir a la escuela - susurró contra mi pecho.
- Tomémonos el día libre. – sugerí también en un susurro.
Kurt y yo éramos mellizos. No nos parecíamos en nada físicamente. Digo; yo era bajo, corpulento, mi cabello era negro como la noche y mis ojos, color avellana. Kurt era todo lo contrario; ojos color aguamarina, alto y flaco como un faro; y su cabello castaño claro. Pero eso no impedía que tuviéramos la conexión de cualquier mellizo, la diferencia era que lo nuestro iba mas allá.
Los dos sabíamos desde chicos que éramos gays, y nuestros padres lo habían aceptado sin problema. Ahora ellos estaban trabajando, y nuestros hermanos estaban en el colegio.
Después de 15 minutos de tranquilidad absoluta, de disfrutar de la presencia del otro, dije: "bésame"
Él me miró tranquilamente, se apoyó sobre sus brazos sin dejar de mirarme y se acercó a mis labios, rozándolos con los suyos. Sus labios siempre me hacían acordar a la primera vez que nos besamos.
Kurt estaba de pie mirando un punto fijo en la pared en nuestra habitación, mientras yo estaba en mi cama sentado en posición india, sin poder dejar de mirarlo. Tomé aire antes de pararme y acercarme a él.
Cuando vio que me acercaba, sus ojos se conectaron con los míos tranquilamente.
- ¿has besado a algún chico?- pregunté, relajado.
- No, ¿y tú? - Hacia 12 años que nos conocíamos y nuestra confianza era sincera: no nos podíamos mentir.
- No - dije.
Nos quedamos mirando más de 5 minutos, hasta que susurré tranquilamente: "bésame".
Avanzó un paso y quedamos frente a frente, él clavándome esos ojos celestes tan angelicales. Agarró mi cuello de manera cuidadosa y rozó mis labios tiernamente, una y otra vez.
Kurt estaba acostado en su cama, que a esta hora del día estaba separada de la mía.
-¿Blaine…?- dijo con un tono extraño en la voz. Lo miré, sus ojos también tenían un color extraño, como de expectación, como de travesura. Una corriente eléctrica surcó por mi cuerpo, al igual que el deseo, el deseo por él. –Bésame- dijo y me trepé a su cama y a su cuerpo, con cuidado y lentitud, adaptándome a esta nueva sensación.
Cuando estuve a un par de centímetros de su rostro, perdiéndome en sus ojos, que estaban un poco mas oscuro que lo habitual; dijo: "pero como en las películas".
Rocé mis labios contra los suyos, con mayor intensidad de lo que lo había hecho hace más de un año, cuando nos besamos por primera vez. Mi cuerpo estaba electrizándose cada vez más, cuando de repente una idea loca cruzó por mi cabeza. Casi por instinto, introduje mi lengua dentro de su boca. Kurt se removió un poco debajo mío, pero solo para dejarme entrar mas, hasta casi adentrarme en su garganta.
Kurt movió su lengua, que rozó la mía, haciendo que retrocediera lentamente. La lengua de Kurt se insertó en mi boca, jugando con la mía, y llegando lo mas lejos que pudo.
Bésame b-b-bésame
Me infectaste con tu amor
Y me llenas de tu veneno
Era lo mas erótico que me había pasado hasta ese momento.
Se volvió a acostar sobre mí, abrazándome. Era el momento. Habíamos dicho que no tendríamos sexo con otra persona sin el otro; bien, me había cansado de esperar.
Me trepé sobre su cuerpo. Sentía la excitación empezando a circular por mi cuerpo.
- ¿Qué tal si hacemos el amor?- susurré, mirándolo a los ojos, mientras sentía como tanto los míos como los suyos se oscurecían.-…sólo nosotros…En vez de esperar a que un tercero se decida…- habíamos tenido muchas propuestas por separado, pero ninguna incluía al otro, y por eso no habíamos aceptado. Kurt me sonrió, una sonrisa tan erótica que creó una erección en mis pantalones.
Eres tan hipnotizante
¿Podría ser el diablo?
¿Podría ser un ángel?
Su toque es magnético
Se siente como que estoy flotando
Deja mi cuerpo ardiente
Llevé su mano dentro de mis pantalones y él aprisionó mi erección. No era la primera vez que lo hacía.
- Blaine – escuché el susurro de Kurt contra mi oreja. Abrí los ojos lentamente, intentando despertarme del todo. El rostro de Kurt mostraba su contrariedad. - necesito tu ayuda.
Me levanté de la cama lo más rápido que pude, considerando que hacia 2 minutos estaba durmiendo, y en cuanto lo hice me di cuenta del problema de Kurt. Tenía un bulto bastante mas firme de lo habitual en sus pantalones. A mi me había pasado por primera vez hacia 4 meses, unos días después de que los dos cumpliéramos 14.
- Ven- entramos al baño que estaba en nuestra habitación que era únicamente para nosotros dos.-siéntate – dije indicándole el inodoro, mientras yo me quedaba parado indicándole como hacerlo, y mirando. Ver su rostro cuando llegó al orgasmo fue tan placentero…
-¿con quien soñaste?-pregunté.
- Con Jeremiah- era lógico, a los dos nos gustaba.- y… después, contigo…- Yo también soñaba con él y me despertaba en las mismas condiciones, así que lo entendía perfectamente.
Me había despertado con una prominente erección, demasiado tarde como para ocuparme de ella. Lo cual me hacia estar de mal humor, pero sobre todo, incomodo. Todo porque con Kurt juntábamos las camas a la noche y nuestros cuerpos no paraban de rozarse.
Kurt entró justo en el momento en que estaba intentando decidir que hacer.
-¿Qué pasa?- preguntó. Miré casi por instinto a mis pantalones.-hay una forma mas rápida de hacerlo-susurró, sonriendo tímidamente. No me sorprendía, cuando le dabas información a Kurt, él la modificaba a su antojo. -¿quieres que te ayude?- me pregunto y asentí.
Él se acercó a mí y desabrochó mi pantalón, bajándolo junto con mis boxers. Yo hice lo mismo con él, no quería ser el único que disfrutara. Su mano se deslizó por mi erección firmemente, haciéndome jadear al instante. Deslicé mi mano por su erección, y pude sentir que era más larga y firme que la mía. En 5 minutos, nuestros gemidos aumentaron hasta el punto de que sospechábamos que nos descubrirían, y yo eyaculé un minuto antes que él.
No es este trascendental
En otro nivel
Chico eres mi estrella de la suerte
Aunque en realidad lo que pasaba era que a Kurt no le gustaba ser el primero. Siempre era yo el que avanzaba, el que buscaba ideas nuevas; pero después era Kurt quien tomaba el control.
Kurt era más tímido, no le gustaba informarse. Yo era el que le encantaba buscar cosas por Internet. Pero Kurt dejaba de ser escrupuloso cuando estábamos solos…
Un gemido gutural salió de mis entrañas cuando Kurt hundió sus tres dedos en mi entrada. Él estaba sentado sobre mí mientras yo me encontraba acostado boca abajo en la cama. Todavía tenía en mi memoria los gritos enloquecidos de Kurt cuando hacia minutos él había estado en mi posición y yo lo había llevado al éxtasis con mis dedos. Pero los dedos de Kurt se movían en mi interior con una firmeza y brutalidad increíble. Suponía que así se debía sentir una erección, así debía de sentirse su erección…
-Kurt, no tiene sentido seguir buscando. Creo que jamás encontraremos el punto que me haga llegar-dije, avergonzado.
- Cállate-dijo con voz firme, amenazante-Lo encontraremos. Lo prometo.- Kurt hizo un movimiento extraño con los dedos y un gemido entrecortado salió de mi garganta. Mi cuerpo tembló por completo-¡ves! ¡Te lo dije!- dijo con un tono de triunfo en su voz- no era que no lo tenias, sino que estaba escondido.- volvió a tocar ese punto al pronunciar la ultima palabra.
-¡Ku…rt! - jadeé -¡detente!... ¡voy a eyacular en tu cama!
- Hazlo-dijo con un tono oscuro en la voz- puedo dormir en la tuya.
Maldición, me enloquecía cuando se ponía así.
Eres de un todo
Otro mundo
Una dimensión distinta
Dije que enseñarle cosas a Kurt era peligroso, ¿no?
- Blaine – me llamó Kurt con esa voz. Miré hacia el baño y lo encontré desnudo y mojado, mirándome con esa mirada oscura que no disminuía en su sonrisa. – Ven – susurró. Entré al baño, sin saber si hablar o no, y él me siguió. – quiero probar algo, desvístete.
Cuando ya estuve desnudo, él me empujó levemente hasta que estuve en la zona de la ducha.
-¿Qué?... ¿Qué?- dije, pero Kurt abrió la canilla y la respiración se me cortó por el frío del agua. Kurt avanzó hasta que nuestras miradas se unieron y pude ver que los suyos estaban cegados de placer.
Puso a la altura de mis ojos el frasco del shampoo y pasó sobre él su mano enjabonada. Lo entendí. Mis pupilas se dilataron al instante. Lo miré, aún con los ojos abiertos de par en par. – Date vuelta - dijo y cerré los ojos, me di vuelta y me sostuve contra la pared. –Vas a disfrutar esto- dijo con esa voz. Sentí como iba invadiendo mi cuerpo con ese objeto, hasta que lo empezó a mover, aumentando la velocidad y haciéndome gemir mientras intentaba controlarme.
Chico, eres un alien,
Tocas tan lejos
Es sobrenatural, extrarrestrial
Pero los dos sabíamos la diferencia entre lo que hacíamos y el sexo. Esperábamos a que algo ocurriera para dar ese paso.
- Preservativo. – susurró en mi oído.
- No- contesté firmemente - quiero que sientas cuando me corra y sentirte cuando te corras. Quiero que nuestra sangre se mezcle. No me inyecto, al igual que tu; soy virgen, al igual que tu; no tenemos nada que temer.- dije acercándome hacia él, rozando mis labios con los suyos, sintiendo como la excitación se adueñaba de mi cuerpo y del suyo; haciendo que nuestros labios no quisieran separarse y nuestras lenguas tuvieran una excitante batalla.
Su mano salió de mi pantalón para adueñarse de mi camisa y empezarla a desabrochar de manera brusca. Mi pecho quedó desnudo y volví a pegar mi cuerpo al suyo para besar sus labios, mientras sus manos se deslizaban por mi torso intentando aferrarse a él. Subí su remera lentamente, rozando su piel con cada movimiento; hasta que al fin se la saqué por completo.
-¿estás seguro que estamos solos?- preguntó mirándome con sus ojos oscurecidos por la excitación y penetrantes por la advertencia de que si empezábamos esto no íbamos a poder parar, ni íbamos a querer hacerlo.
-Solos. Tú y yo.- susurré, volviendo a besarlo y apretando mi cuerpo contra el suyo. Esas palabras fueron más reales de lo que imaginé. Siempre habíamos sido él y yo, jamás nos podríamos sentir así con otra persona; jamás seriamos otra cosa que él y yo.
Ellos dicen tener miedo
Tú no eres como los demás
Amante futurista
ADN diferentes
Ellos no te entienden
Kurt se las ingenió para abrir mi bragueta aún con la ínfima distancia que nos separaba, y logró bajar mis pantalones y mis boxers. Cuando solté sus labios, sólo por un microsegundo para tomar aire, dijo con voz firme, casi demandante.
- Desnúdate.
- Pero…- dije, sin entender.
- No, desnúdate enserio. Por completo.-ahora sí su voz se había vuelto demandante-Además, después la ropa nos incomodará y complicará la situación- me desnudé rápidamente, pero luego me di cuenta de que Kurt seguía a medio vestir. Lo miré, para saber si quería que yo lo desvistiera o quería hacerlo él. Se abrió la bragueta mirando al techo, y bajó los pantalones y los boxers hasta donde su cuerpo pegado a la cama se lo permitía. No pude contenerme; tiré de la ropa hasta casi arrancársela.
Eres tan supersónico
Quiero sentir tu poder,
Destrozarme con tu láser
Al fin los dos quedamos completamente desnudos. Sus piernas se doblaron y yo me subí a la cama y me acerqué lentamente deslizándome con las rodillas hacia su cuerpo.
La mirada de Kurt era expectante y oscura al mismo tiempo.
Me puse en su entrada y empecé a empujar con mucho cuidado mi erección dentro de ella. Kurt se movía intentando adaptarse a la nueva sensación; pero seguía mirándome con la misma intensidad. Las entrañas de Kurt se apretaban contra mi erección, haciendo mas intenso el placer, impidiéndome respirar.
No sé como fue, pero con cada movimiento nos acercábamos mas, hasta el punto de que la boca de Kurt terminó en mi oreja, gimiendo en un susurro con cada embestida que yo le daba. Bueno, para ser sincero, yo gemía igual.
- Blaine - escuché el gemido entrecortado de Kurt, el que ponía cada vez que estaba a punto de llegar, cuando tocaba su próstata una y otra vez. Esto casi me hace correr. Sacudí mi cabeza y aumenté la fuerza de mis embestidas. Kurt cada vez gemía mas fuerte, mas intenso, hasta que…
-Ahhh…- Kurt se impulsó hacia mí, separándose de la cama por la fuerza de su orgasmo. Fue inevitable; me corrí con toda la intensidad del universo, sin poder evitar gemir y desplomarme sobre él.
Nos quedamos 5 minutos en la misma posición, intentando recuperar el aliento y compensar el ritmo cardíaco. Creía que nunca seria capaz de moverme de ahí.
- Blaine, sal - dijo con ese tono de voz. Salí de él, sintiendo que me faltaba algo; sintiendo que él me faltaba. Se puso sobre mí, mirándome a los ojos de esa forma tan penetrante.- abre tus piernas - Obedecí al instante. - quiero hacerte llegar, Blaine, como nunca lo he hecho.
Las piernas me temblaron y una corriente eléctrica surcó mi columna vertebral. Sabía que lo iba a cumplir.
Tomame t-t-tomame
Quiero ser su víctima,
Lista para el secuestro
Su erección rozó mi entrada y mi cuerpo se inmovilizó. Me di cuenta de que me aferraba con toda mi fuerza a las sabanas; mientras mis ojos estaban firmes en los suyos.
Kurt entró unos centímetros y los dos susurramos un gemido. Mi interior estaba incomodo por la invasión de su erección, podía sentir como la apretaba, pero al mismo tiempo el placer era infinito. Kurt tenía una cara de placer mucho mas relajada que la que tenía antes. Empezó a embestirme de manera lenta pero dura.
De repente, mi cuerpo tembló ante la ola de placer que lo sacudió.
La sonrisa y la voz de Kurt eran de satisfacción cuando susurró: "Al fin"
Al fin había encontrado el punto para hacerme llegar.
Con cada embestida que me daba, mis gemidos se hacían más fuertes. Su dura erección no se compadecía al entrar en mi cuerpo. Mi rostro debía mostrar que estaba por colapsar, porque Kurt dijo, con un tono de histeria e ironía: "Blaine, por favor…"
Una embestida mas, dura, fuerte, como sólo él la podía dar; y el placer recorrió mi cuerpo, dejándome inmóvil e incapaz de pronunciar una palabra.
Kurt se corrió en mi interior, y disfruté la sensación del líquido recorriéndome.
Salió de mí y se acostó a mi lado, esperando que descansara un poco; mirándome fijamente, con oscuridad y seducción en sus ojos.
- Quiero saber cómo se sienten tus labios en mi erección. - susurró Kurt con esa voz.
Me moví hasta quedar con la cabeza enfrente de su erección. Kurt enredó sus manos en mi pelo y mis ojos se levantaron para verlo; sus ojos estaban mucho mas oscurecidos que antes por la expectación.
Volví a mirar su erección y empecé a meterla en mi boca lentamente; se sentía tan bien. Empecé a mover mi boca sobre su erección, chupándola, lamiéndola. Kurt pasó de su respiración entrecortada a gemir audiblemente. Aumenté la dureza y la velocidad en cada acto, haciendo que de los labios de Kurt salieran palabras incoherentes.
Kurt llegó con un gemido y empecé a sentir su líquido en mi boca, sintiendo su sabor y tragándolo. Él levantó mi cabeza y rozó mis labios, probando su semen.
Tu beso es cósmico
Cada movimiento es mágico
- Quiero sentirte- susurró con la voz oscurecida, antes de acercarse a mi y poner mi erección en su boca, empezando a chuparla y lamerla con delicadeza, para después hacerlo duro y fuerte. Mi cuerpo estaba convulsionándose de placer, no sabia como estaba manteniendo la cordura; los gemidos que salían de mi boca estaban entrecortados por mi respiración.
Tú abres mis ojos
Y estoy lista para ir
Llévame a la luz
Corté mi respiración cuando llegué, mas rápido de lo que jamás había llegado. Sentí como Kurt tragaba mi semen y cuando separó sus labios de mi erección, agarré su cuello con mi mano y llevé su boca hacia la mía. Fue un beso largo, dulce, pasional; pude sentir en sus labios el sabor de mi semen.
Sé que después del sexo a la gente le gusta fumar, o quizá tomar algo; pero yo estaba disfrutando de besar el cuello de Kurt, sentado detrás de él, con mis brazos y piernas rodeándolo. Su cuello estaba delicioso. Estaba haciéndole el amor a su cuello. Él estaba jugando con mis dedos, relajado, dejándose besar.
Mi estomago resonó, pidiendo algo mas sólido que el cuello de Kurt. Podría haber estado todo el día besándolo, pero mi organismo no me lo permitía.
Me moví hacia atrás, separando mi cuerpo del suyo.
Kurt miró hacia atrás, con sus ojos atentos a mis movimientos.
- ¿A dónde vas?- preguntó.
- A comer algo- contesté.
Él me siguió a la cocina y se apoyó en la pared con los brazos cruzados, mientras yo abría la heladera.
-¿y ahora que sigue?- preguntó y lo miré. Sus ojos claros estaban tranquilos, sin la oscuridad que los solían atacar cuando estábamos juntos. Mi cerebro se fue instantáneamente al Kamasutra.
Quiero caminar en su longitud de onda
Y estar ahí cuando vibras
Para que me arriesgo a todo, todo