June 11, 2012, 10:58 a.m.
Chicos malos: Chicos malos
E - Words: 1,612 - Last Updated: Jun 11, 2012 Story: Complete - Chapters: 3/3 - Created: Jun 11, 2012 - Updated: Jun 11, 2012 150 0 0 0 0
Nota de la autora:
Este oneshot está dedicado a Breyito, mi escritora de slash favorita, gracias a ella nació esta historia. Estaba pensando en hacer un os de la relación de Kurt y Blaine basada en la historia, pero prefiero esperar a que avance la historia en Glee. Esta historia en primer lugar estaba pensada para la pareja Remus/Carlisle. La canción habla de la transgresión, no creo para nada que lo que hacen los personajes sea "malo" xD (aclaración estúpida). Espero revievs! Siempre espero revievs y nunca me llegan… T_T
Chicos malos
Kurt & Blaine
Canción: Bad Kids – Lady Gaga
Pov Blaine
Estaba en un boliche y no le estaba prestando ninguna atención a ninguna de las hermosas mujeres que pasaban a mi lado y que querían bailar conmigo. No sabia que me pasaba, esa noche a la única persona que miraba era a Kurt, uno de mis amigos de la secundaria, mientras él mandaba mensajes de texto.
-aparentemente, no hay ningún hombre que le guste a Kurt en esta fiesta ¿con quien te estas mensajeando?- dijo Puck.
Kurt sonrió y contestó -con tu hermana-
-guau, Kurt encontró una mujer antes que tú, Blaine, es un record- dijo Finn sonriendo y se escuchó la risa siseante de Kurt, mientras levantaba la mirada hacia mi; pero yo sabia que él me estaba evaluando, él sabia que algo raro me pasaba.
Era cierto, yo no dejaba pasar ninguna chica, pero hoy era diferente. Intentaba ocultarlo, pero realmente sentía algo por Kurt que no podía explicar con "solo somos amigos" o "no me interesan los hombres", porque en estas ultimas semanas he mirado muchos hombres, y he puesto mi atención en Kurt mas veces que en cualquier mujer en mi vida.
Él había asumido hace mucho tiempo que le gustaban los hombres, es mas, yo ya lo sabia cuando lo conocí. Ahora los dos teníamos 21.
La mesa se fue despejando a medida que nuestros amigos se iban levantando, así que no hubieron demasiados testigos cuando yo lo miraba como si estuviera esperando algún movimiento para saltar sobre él. De vez en cuando él levantaba la cabeza del celular y me miraba con sus ojos claros medios escondidos entre su pelo castaño, haciendo que sonriera incomodo y que no tuviera otra opción que relajarme. Él no era tan estúpido como para no darse cuenta. Me estaba dejando… experimentar… y me estaba haciendo sufrir bastante. Hubiera preferido que me ponga los puntos en aquel momento.
-¿quieres salir a hablar?- dijo después de un rato. En sus ojos podía ver una curiosidad cautelosa.
No nos importa lo que la gente diga
Sabemos la verdad
Salimos sin que casi nadie lo notara y empezamos a caminar. El frío nos hacia mantener las manos en los bolsillos. Él llevaba una cazadora que le quedaba increíble. Sus ojos no se separaban del piso, salvo en ciertos momentos donde me miraba de reojo.
Caminar, a pesar de este frío, hacia que me relajara.
-entonces…- dijo Kurt con cierta cautela- supongo que te has estado sintiendo… confundido…-
No pude evitar sonreír, eso era lo que siempre se les decía a los chicos que se estaban dando cuenta de que eran gays. Asentí, no lo podía ocultar más.
Él asintió con tranquilidad y seguridad.
-yo solo te puedo contar mi experiencia-dijo él sacando las manos del bolsillo- pero lo mío fue un proceso más lento, lo tuyo es un poco más… radical…-
De repente, nos encontramos frente a su casa.
-¿quieres volver a la fiesta… o prefieres entrar a charlar?- dijo Kurt, balanceándose. No sabía por qué, pero Kurt me inspiraba mucha confianza, y necesitaba hablar de esto, así que di un paso hacia delante y él me abrió la puerta.
Nos sirvió algo caliente que tenía un sabor muy parecido al café, pero más suave; y nos sentamos en unos sillones, a medio metro de distancia; él se sentó en pose india, enfrentándome, y haciendo que me ponga mirándolo a los ojos. Él tenía la taza muy cerca de sus labios, tomando pequeños sorbos, uno seguido del otro; y mirándome, con esos ojos que harían intimidar a cualquiera, pero a mí me hacían perder. Yo mantenía la taza encerrada en mis manos, cerca de las rodillas, y tomaba sorbos más largos que los suyos.
-¿lo has confirmado?- dijo Kurt. Lo miré sin entender- hay solo una forma de hacerlo…- dijo y me sacó la taza de las manos, dejándola con la suya en la mesa que estaba al lado de los sillones.
Su rostro se acercó al mío, y agarrándome de la nuca, acercó nuestros labios hasta que se rozaron. Mi cuerpo estaba paralizado. Sus labios se deslizaban sobre los míos, controlándolos.
El me soltó y volvió a su posición original.
-¿y? ¿Sentiste algo?- dijo tranquilamente.
No pude contestar. Me lancé hacia él. Agarré su cuello con las dos manos y lo besé como nunca había besado a nadie, con una necesidad imperiosa, y con la seguridad de que él era a quien quería. Sus manos se aferraron a mi rostro y mi pelo, y su cuerpo retrocedió en el sillón por el impulso de mi cuerpo.
Soy un chico malo y sobreviviré
Oh, soy un chico malo, no diferencio el bien del mal
Sus manos se interpusieron entre nosotros y nos lograron separar solo un centímetro. Podía ver y escuchar como respiraba agitadamente, con los ojos cerrados, mientras yo también lo hacia, pero en medio segundo mas, nuestros labios volvieron a estar unidos.
Nos paramos sin dejar de besarnos y caminamos así hasta que chocamos con un mueble, en el que nos besamos con más intensidad. Mis manos empezaron a recorrer su cuerpo y me saqué la campera.
Su mano volvió a detenerme y nuestros labios se separaron.
-Para... no debo hacer esto…no debemos hacer esto- dijo Kurt, empujándome unos pocos centímetros, sin mirarme a los ojos- tú… estás confundido… no quiero presionarte… No quiero que estés conmigo si no estás seguro…-
Soy un chico malo y esta es mi vida
Oh, soy un chico malo, no diferencio el bien del mal
Levanté su rostro para que me mirara a los ojos y susurré.- nunca he estado tan seguro de algo- él bajó la mano que nos separaba y yo me lancé a besarlo. Casi no podíamos respirar. Sus labios sabían exquisitos, así que quise llegar un poco más lejos. Lo agarré del cuello e hice que abriera la boca mas, para dar paso a mi lengua, que se introdujo con total facilidad. Su lengua también atacó a mi boca, con su mano aferrada a mi cuello.
Nuestro beso volvió a ser el apasionado del principio y sus manos se deslizaron por mi espalda, haciéndome vibrar.
-quiero… que seas consciente… de que te estas acostando… con un hombre…- dijo mientras nos besábamos. No pude evitar sonreír. Entendía lo que me quería decir. Él odiaba el clásico dicho "yo soy el hombre, tú la mujer", lo había dicho un millón de veces. Pero él no era un hombre, no, era mucho mas que un hombre.
Desabroché su cazadora y toqué su cuerpo, sintiendo su fragilidad.
Su cuerpo se separó del mueble, haciendo que el mío también lo hiciera. Tuve que apurar el paso, porque a pesar de que nuestros rostros seguían unidos en ese beso interminable, su cuerpo se alejaba cada vez mas, marcándome el camino hacia donde nos dirigíamos.
Caímos en su cama sin separarnos y nos seguimos besando, pero bajamos un poco la velocidad.
Él se acostó por completo en la cama, mientras yo me quedé arrodillado sobre ella, sin parar de besarlo.
Él apoyó su mano sobre la mía, que se encontraba indecisa cerca de su estomago, y poco a poco la fue haciendo bajar hasta su cadera. Mi boca se trasladó hasta su cuello, haciéndolo respirar entrecortadamente.
No seas inseguro si tu corazón es puro
Sigues siendo bueno para mí si eres un chico malo, baby
-me estás… excitando mucho- dijo en un susurro dulce.-si quieres escapar… hazlo ahora… no creo que tengas otra oportunidad…- jamás lo había escuchado hablar así, pero me gustaba mucho. Como respuesta, lo mordí suavemente en el cuello y él largó un siseo exquisito.
Empecé a desabrochar su camisa sin mirarlo, porque sabia que si lo miraba me iba a inhibir. Él sacó mi remera con una facilidad evidente, y me hizo preguntarme cuantos hombres habían pasado por su cuerpo. Esa duda me tensó un poco.
Kurt avanzó la distancia que nos separaba para abrazarme, algo que hizo que me quedara mudo, y susurró-relájate- nuestros labios se volvieron a unir con el mismo fuego del principio. Poco a poco, nos fuimos terminando de desvestir, entre besos y caricias.
-creo que es la primera vez que estoy con alguien sin alguna… experiencia… previa…- dijo Kurt. Me reí, había logrado relajarme.
Volví a besar su cuello, ahora que sabía su punto débil, no lo iba a desaprovechar. Él gemía, ronroneaba y siseaba, lográndome excitar. Él fue girando en la cama lentamente hasta quedar de espaldas a mí. Cuando entendí lo que pretendía, mi excitación llegó al máximo. Él lo sintió y gimió.
-¿Dónde tienes los condones?- pregunté con la voz ronca por el deseo, separándome un poco de él.
Kurt señaló con la cabeza hacia la mesita de luz, él tampoco podía hablar. Abrí el cajón, saqué el preservativo y me lo puse, acelerado.
Volví a besarlo en el cuello, acercándome a él. Algo en mi cerebro me gritaba "¡hazlo ya!" y ya no me pude resistir. Los dos gemimos cuando entré en el, pero mi gemido fue mucho mas profundo. Mi corazón empezó a latir enloquecido, no por la situación o por estar con un hombre, sino por estar con él.
-Oh…Blaine… por favor, no pares… no te detengas…- gemía Kurt.
Lo único que ocupaba mi mente eran sus gemidos y mi nombre en sus labios.
-Blaine, baja la voz, nos van a arrestar.- Tan concentrado estaba yo en sus gemidos, que cuando Kurt me habló, me sorprendí.
Ocupé mis labios en su cuello, pero eso aumentó sus gemidos.
-ah… Kurt… eres genial…- gemí, aumentando la velocidad.
No podía sentir nada más que su cuerpo, especialmente cuando convulsionó junto al mío en el momento que llegamos.