Todavía recordaba su aroma, era como si en cada rincón de este cuarto que desde hace tiempo se siente tan vació este impregnado con su fragancia. Sin sus risas, sus comentarios sobre la última colección de Alexander McQueen y sus ganas de seguir sus sueños, este cuarto se siente mucho más grande de lo que ya es. Todo le recordaba a Kurt. Era difícil poder vivir con ese vacío tan importante en su vida.

Las llamadas por Skype y los mensajes constantes no bastaban. A el moreno le gustaría poder tenerlo en frente suyo y poder decirle lo importante que es. le gustaría poder mirarlo a esos ojos de color cielo y perderse. Sin dudas esto se estaba volviendo mucho más difícil de lo que él había pensado. No poder verlo lo mataba. Siempre supo que un paso que Kurt se acercaba a sus sueños era un paso que lo alejaba de aquel muchacho con piel como porcelana, pero como lo amaba más que cualquier otra persona en este mundo no le importo no ser feliz, sino que sea feliz el.

Los meses pasaban lentamente. No veía la hora de poder ir a New York a pasar todo el tiempo con Kurt. Hoy era un día en el cual se había desatado una tormenta imparable en Ohio, como el jamás había visto en su vida.

Pensó durante toda la noche hasta quedarse dormido que hacer con esto que sentía. Sentía que esto se estaba tornando insoportable para el que no podía sostener una relación como esta. Pero por otro lado tampoco quería romper el corazón de la persona que mas amaba solo porque no se consideraba lo suficientemente fuerte como para poder mantenerla.

Un día nuevo comenzó pero seguía nublado todavía. Blaine se despertó y lo primero que miro como todas las mañanas era su celular para ver si había algún mensaje pero no había ninguno. Eso para él fue muy raro pero a pesar de eso no le dio mucha importancia al principio hasta que el día comenzó a transcurrir y no veía señales del castaño de ojos celestes. Ya eran más de las 8 y Blaine comenzó a preocuparse, por lo tanto le envió un mensaje.

Hola amor! Como estuvo tu día? Te extrañe en el día de hoy. Te amo. Blaine-

Pasaron las horas y no recibió respuesta. En el medio de la desesperación por pensar que le pudo haber pasado algo, llamo a Burt. Si algo le había pasado a Kurt el lo sabría.

-Buenas noches señor Hummel. Como se encuentra?-dijo Blaine al teléfono

-Hola Blaine todo muy bien. Qué extraño que me llames a esta hora, paso algo?-respondió Burt preocupado.

-No señor, solo quería saber si tenía noticias de Kurt que no me respondió ningún mensaje en todo el día- dijo Blaine un poco incomodo.

-Si hoy hable con él y me dijo que llego muy bien al aeropuerto. También me dijo que el viaje había sido medio agotador pero que estaba bien- dijo Burt

-Aeropuerto?- pregunto Blaine sin saber a lo que Burt se refería.

-Si aeropuerto. Que acaso no te dijo nada Kurt de que hoy llegaba a Londres?- respondió Burt.

-No me dijo nada- dijo Blaine con un nudo en la garganta.

-Es extraño que no te lo haya dicho. Bueno lo importante es que sepas que está bien- respondió Burt notando que había dicho algo que no debía decir.

-Está bien señor Hummel. Bueno adiós no estaremos viendo pronto- dijo Blaine y antes de que la persona en el otro lado del tubo respondiera cortó el teléfono y se fue corriendo a su cuarto.

No podía entender como Kurt no le había dicho esto. Estaba del otro lado del mundo la persona que mas amaba y el no podía hacer nada para estar cerca de él. Sentía como si una tormenta se destara dentro de su cuerpo. No podía controlar todos los sentimientos encontrados que presentaba en este momento. Su vida dependía de esos ojos celestes. Estaba enojado y a su vez dolido. Lo único que podía sentir era como las lágrimas caían por sus mejillas sin indicio de parar de caer.

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Kurt todavía no entendía porque había hecho esa estupidez. No avisarle a Blaine que había viajado a Londres no había sido una buena idea pero ya estaba hecho. Solo le quedaba disfrutar de su estadía en el antiguo continente. Lo único que esperaba era que Blaine pudiese entender las razones por las cuales no le había dicho nada sobre este viaje. Pero el principalmente no lo hizo porque sabia que Blaine era capaz de ir con el si era necesario. Eso era algo que el nos quería. Necesitaba un tiempo para despejar sus ideas porque estar todo el día dentro de una oficina y pensando constantemente en Blaine no ayudaba.

Este descanso iba a asentarle bien a los dos.

Dentro de la tristeza que este tenía había pasado un día bastante ocupado y eso le ayudo bastante para tener la mente despejada. Venir a una fiesta tan importante representando a la revista Vogue de USA no era cualquier cosa, no era una oportunidad que se presentara todos los días y menos para alguien como Kurt. Esa fue una de las razones por las cuales decidió hacer este viaje.

El día transcurrió con normalidad para las demás personas pero no para Kurt, porque este no era un viaje de placer era un viaje de trabajo y tenía que trabajar. Aunque estaba acompañado de Isabelle el trabajo seguía siendo atareado. Lo único que deseaba más que nada en el mundo era que el día terminara para poder ir a dormir tranquilo, porque ya le estaba empezando a doler la cabeza.

La noche se acerco y Kurt no pudo evitar ponerse nostálgico. Extrañaba tanto a Blaine. Empezó a pensar que sería de él si el moreno no entendía las razones por las cuales el hizo este viaje. Se vio con la necesidad de hablar con Blaine pero por más que él quería no debía hacerlo, ese no era el plan. Sin más rodeos se puso su pijama y se dirigió a su cama para sumergirse en un largo sueño hasta el otro día en el que sería la gran fiesta que él esperaba desde hace un tiempo no tan largo, debido a que el fue invitado a este evento a último momento, ya que la persona que iba a acompañar a Isabelle se enfermo gravemente dificultándole que pueda viajar.

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Una nueva semana comenzó en la vida del joven Blaine. A pesar de hacer su mejor esfuerzo por disimular su falta de entusiasmo y sueño, Sam se dio cuenta de que a su amigo algo le estaba ocurriendo.

-Hey Blaine. Como pasaste tu fin de semana?-Le pregunto el rubio al moreno.

Blaine no respondió. Lo único que hizo fue abrazar a su amigo y comenzar a llorar. El necesitaba poder desahogarse con alguien y ese alguien tenía que ser Sam. Sam por su parte no entendía lo que ocurría pero lo único que pudo preguntarse fue que había pasado para que su amigo este tan devastado y dentro de él algo le dijo que había pasado algo malo con Kurt. El rubio al ser el mejor amigo de Blaine sabia todos los problemas que este estaba teniendo al tener al a mor de su vida tan lejos de él y más de una vez fue el que le dio el aliento para no caerse del precipicio en el que la relación de Blaine y Kurt. Una vez que Blaine se calmo ambos se sentaron en un banco y este le conto todo lo sucedido en los últimos días.

-Perdón Blaine pero no entiendo porque Kurt no te dijo nada. Tal vez el se siente igual que vos y por ahí no te quiso avisar para despejarse un poco de todo- le dijo el rubio a Blaine.

-No había pensado eso en estos días. Sin dudas ahí tienes un punto- respondió Blaine un poco aliviado. Podía ser que Sam tenga razón tal vez Kurt se sentía igual que él y creyó que lo mejor para su relación era tomarse un descanso. Pero igualmente a Blaine había algo que no le estaba cerrando. El hubiese preferido que Kurt le diga me voy de viaje a Londres y no me molestes o algo por el estilo.

La charla con Sam le había servido de alguna manera hablar esto con su amigo le había ayudado bastante. Hoy le esperaba una larga jornada escolar así que rápidamente se dirigió a sus clases. No podía concentrarse en la clase. No podía dejar de pensar era como si cada segundo le surgía una nueva duda en su corazón. El día se le torno mucho más insoportable que lo normal. Ya para el cada día ir a McKinley y recorrer los mismos lugares que había recorrido hace un año con su novio lo ponía nostálgico, pero hoy era diferente. Hoy tenía una verdadera razón para estar angustiado.

Terminada la jornada escolar se dirigió hacia Lima Beans. Al llegar a aquel lugar se encontró a alguien que de verdad no esperaba encontrarse.

-Hola Anderson. Qué raro tu por aquí sin tu novio?-le dijo el muchacho.

-Hola Sebastian. No recuerdas que Kurt se fue a New York hace poco menos de 2 meses- respondió Blaine enojado.

-Bueno no te enojes yo solo pregunte. Parece que la distancia les ah traído problemas o me equivoco?-dijo Sebastian a la defensiva.

-Mira Sebastian eso es algo que no te interesa-respondió Blaine y salió rápidamente de aquel lugar.

No podía afectarle tanto estar tan lejos de Kurt tenía que hacer algo y de manera urgente y ya sabía que era lo que iba a hacer.

Continuara...